El día que Chalino Sánchez asesinó a varios fans en un show en vivo
El “Rey del corrido” desenfundó su arma en un evento privado cuando sintió dos impactos de bala en su torso, lesiones que lo llevaron al hospital.
Chalino Sánchez, cuyo nombre completo es Rosalino Sánchez Félix, fue uno de los cantantes de corridos más exitosos de los años 90. Aunque su carrera fue truncada cuando sólo tenía 31 años, dejó un legado que aún sigue siendo escuchado y recordado.
El 16 de mayo de 1992, el Rey del Corrido fue encontrado por unos campesinos de Culiacán, Sinaloa, en un canal de aguas negras. Tenía las muñecas y tobillos atados, así como con los ojos vendados. Fue brutalmente asesinado con dos disparos en la nuca.
Aunque hay historias muy conocidas de este intérprete de regional mexicano, siguen existiendo algunas bastante desconocidas para el público general, pero que sus cercanos conocen a la perfección, ya sea porque las vivieron juntos o el propio Chalino se las contó en algún momento.
Lupillo Rivera fue uno de sus compañeros más íntimos. Su relación nació luego de que su padre, Pedro Rivera, lo descubrió en 1988 y compró por mil 500 dólares el “máster’’ (resultado final de una grabación) de 13 éxitos para distribuirlos, pues él contaba ya con seis cassettes desarrollados independientemente.
De esta manera, su lazo se estrechó y comenzaron a vivir diferentes anécdotas. Una de ellas fue un asesinato que el cantante de “Nieves de enero” realizó en pleno concierto en vivo, en 1992, poco antes de su homicidio.
A través de su canal de YouTube, el Toro del corrido recordó aquella fatídica noche. Según su relato, Chalino aceptó cantar en un salón de eventos en Coachella, California. Debido a la fama que ya tenía en aquel entonces, varias personas, confesó Rivera, revendieron sus invitaciones como entradas para ver al cantante de moda.
En aquel lugar también se encontraba un sujeto, quien se levantó de su lugar para pedirle una canción que él no cantaba ni se la sabía, por lo que le pidió paciencia para terminar el show y después intentar presentarla. Sin embargo, el hombre no aceptó la negativa y comenzó a insultarlo.
“Así son todos los pinch*s artistas, se creen. Valer pura v*rga, Chalino. Cántame la canción o va a haber pedo, yo soy gente de fulano”, recordó Lupillo.
Sin darle mucha importancia, el Rey del corrido volteó a solicitar un tono del acordeonero, con Los Amables del Norte. Pero a sus espaldas, el fanático sacó una pistola y le disparó en dos ocasiones al cantante.
En cuanto sintió los dos tiros, Chalino desenfundó su arma y la descargó en contra de su atacante y todos los asistentes que apenas distinguió, pues estaba a punto de desmayarse. “Empecé a mirar nublado luego, luego. Yo nomás miraba los sombreros blancos de la gente corriendo, pero yo no sabía quién me estaba tirando porque yo estaba volteado”, fue lo que dijo Chalino una vez en su casa.
Aquel sujeto, quien casi asesinó a Chalino Sánchez, sí murió, pero también algunos inocentes que sólo estaban escapando de la balacera. “Resulta que ahí mató a otras personas que estaban en el evento. Yo no sé quiénes son, ni qué apellido tienen, ni nada, Chalino nunca me dijo”, aseguró Lupillo.
Luego del ataque, fue trasladado a un hospital de Palm Spring, donde le inyectaron algo para tranquilizarlo, tomó una “leche” para observar las lesiones causadas por los proyectiles.
Para el cuarto hijo de la dinastía Rivera, ese momento catapultó a Chalino. Todas las disqueras lo buscaron, llamaron a Cintas Acuario para adquirir los máster, la gente compró sus discos. Con todo ello, crearon un fenómeno musical que, poco tiempo después, se esfumó en el primer crimen que marcó al regional mexicano. Infobae.com Foto: Twitter @gEEEEEERa